Otoño en el P.N. de Ordesa y Monte Perdido
Muchas personas no podemos resistiros el embrujo natural que supone el periodo otoñal. El paisaje se vuelve impresionista, en una gama de colores que va desde el amarillo vivo de los chopos hasta el rojo encendido de las hayas, pasando por toda la gama de pardos, marrones y ocres.
La luz de los bosques penetra ahora tamizada, filtrada en tonos cálidos, y el suelo se cubre de una capa de hojarasca que, con el calorcillo de los días templados y la humedad, desprende un olor característico, huele a setas.
En el caso del amante de la fotografía, es una época estupenda para disfrutar de bosques, cauces y montaña, para practicar la fotografía en entorno rurales que se visten durante unas semanas de un cromatismo singular, lleno de matices esperando a ser captados por nuestra retina y también por nuestro sensor.
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En el caso del amante de la fotografía, es una época estupenda para disfrutar de bosques, cauces y montaña, para practicar la fotografía en entorno rurales que se visten durante unas semanas de un cromatismo singular, lleno de matices esperando a ser captados por nuestra retina y también por nuestro sensor.